EL PRIMERO
Para evitar
repetir el 0-1 de la final del año pasado el Real Madrid salía enchufado y
acertado. Pero el FC Barcelona aguantaba las embestidas blancas y los primeros
minutos circulaban parejos. Los de Pascual utilizaban su poderío interior para
mantener el tipo en un Barclays abarrotado y entregado a la causa. Pero el
plan comenzó a fallar en cuanto Tomic cometió su segunda personal poco antes de
acabar el cuarto. En un breve lapso de tiempo Noción, Rodríguez y Rudy
martilleaban el aro rival con triples que lanzaban a los blancos con +10. La
última canasta del cuarto era para Hezonja que taponaba la sangría y dejaba el
luminoso en 27-20.
Un Navarro
acertado se unía a Hezonja en la ofensiva culé y evitaban la escapada de los de
Laso. Las huestes blancas entraban en un duelo a aciertos. Cada buena canasta
de los de Pascual, era respondida por una canasta blanca. En un esfuerzo
colectivo, tanto defensivo como ofensivo, el FCB lograba rducir diferencias
para ponerse a cuatro en un momento crítico para el Madrid. Ahí aparecía
Carroll. Sus canastas, tras salir de bloqueo y lanzando según recibe deberían
estar en el manual de los tiradores.
Sus puntos daban oxígeno y Felipe Reyes, incombustible y bregador junto a, un activo en ambas zonas, Rudy, conseguían devolver la decena para los suyos. Decena que recortaba Lampe para dejar la ventaja local en 7 al descanso. 47-40.
Sus puntos daban oxígeno y Felipe Reyes, incombustible y bregador junto a, un activo en ambas zonas, Rudy, conseguían devolver la decena para los suyos. Decena que recortaba Lampe para dejar la ventaja local en 7 al descanso. 47-40.
Rudy
conseguía los 10 de nuevo con una canasta desde los 6.75. El Barca se ponía el
mono de trabajo en defensa y cortaba la fluidez blanca. Con ello recuperaba
sensaciones y el trabajo de Huertas y Lampe en ataque le permitía recuperar
puntos. 50-45.Muchos nervios, tensión, intensidad y desgaste defensivo daban
como resultado que los puntos cayeran con cuentagotas. Ni el Real Madrid
conseguía escaparse, ni el FC Barcelona lograba acercarse a menos de dos
canastas. Ambos coachs rotaban los banquillos intentando romper una dinámica
que no tranquilizaba a nadie. Infructuosamente porque el tercer cuarto cerraba
el tanteo con +6 para los locales.
El último
cuarto empezaba con las punterías totalmente desacertadas. Hasta dos minutos y
medio tardaron los jugadores en meter un balón en el cesto. Y fue Reyes quien
dio el pistoletazo a los suyos. Porque, a pesar de que anotó Oleson, fueron los
madridistas quienes primero se quitaron la losa y soltaron las muñecas. A golpe
de carrera y triple, la diferencia se elevó de nuevo a los 11 puntos cuando
Llull anotaba a tabla a 5 del final. Hezonja fue el catalizador de la remontada
blaugrana. Se echó el equipo a la espalda y catapultó a los suyos hasta
enjuagar la diferencia y ponerse a 2 con 2.35 por jugar. En estos minutos
surgieron los cracks. Un intercambio de canastas entre Oleson y Rodríguez y el
choque que entra en el último minuto con +2 blanco y bola. El FC Barcelona
defiende bien, el tiro es errado pero de las varios manos que van a por él son
las de Rudy las que se hacen con el rebote. Y del posterior ataque, el Madrid
sale con cuatro puntos tras dos tiros libres del mismo jugador. Con el crono en
contra, el FC Barcelona se ve obligado a lanzamientos rápidos que no entran y
desde la línea de 5.30, el Real Madrid se lleva el primer punto por 78-72.
EL SEGUNDO:
Nada más empezar el cuarto ya se veían los derroteros del
match. Con un Llull sublime, el Real Madrid atropellaba a su rival. Lo
atropellaba, daba marcha atrás y volvía a atropellarlo. Más acierto que su
rival, más intensidad que su rival, más rebotes que su rival, más asistencias
que su rival. Los puntos caían inmisericordes en el lado blanco mientras que un
impotente Barça se veía zarandeado por el vendaval. Que un primer cuarto de una
final acabe 31-10 lo dice todo. Ni
apretando los dientes en defensa, conseguía el Barça parar a los de Laso. En la cima de la ola, Sergio Llull. Carreras, pases, puntos y un
carácter ganador que le hacían imparable en cualquier situación. Un cuarto y
partido decidido.
Cuando la defensa culé era buena, los tiros eran mejores y cuando el FC Barcelona flojeaba, el Madrid encadenaba punto tras punto.
Cuando la defensa culé era buena, los tiros eran mejores y cuando el FC Barcelona flojeaba, el Madrid encadenaba punto tras punto.
El FC Barcelona encontraba a Doellman para atisbar la
remontada. Pero el Madrid estaba de dulce y oro. Buenas defensas, rápidas
transiciones, excelentes opciones de tiro y superioridad bajo los tableros. Al
FC Barcelona le costaba un mundo anotar. Algo que los blancos hacían, sin
aparente esfuerzo. El ímpetu culé cobró fuerza con dos buenas acciones de
Oleson pero se diluyó como un azucarillo. Con Tomic apagado y Navarro, en el
banco lesionado, todo el esfuerzo de Doelman fue baldío porque solo servía para
ganar el parcial del cuarto por 3 y dejar, al final del mismo, la ventaja local
en 17 puntos.
Doellman , otra vez, daba la cara por los suyos en el
segundo cuarto. Los primeros nueve puntos de los azulgrana llevaban la firma
del ala pivot de Ohio. Pero Rudy ejercía de apaga euforias, contestando con
buenas canastas para mantener 15 de renta. El Madrid sacó ventaja de ser mas
coral. Reyes, Ayón, Nocioni y Llull completaban el esfuerzo del de Palma de
Mallorca. En el bando opuesto, Tomic no lograba continuidad y solo algún ramalazo aislado de los hombres
exteriores permitía tomar el relevo del alero. Nadie tomaba la
responsabilidad. En cuanto Doellman acusó el cansancio, de nuevo regresaron los
20 puntos. Y 21 con un 2+1 de Nocioni. Un triple de Abrines, desde medio campo
y sobre la bocina de cuarto dejaba este en 76-56 para las huestes de Laso.
Si alguno pensaba que ese triple podía ser un punto de
inflexión, el arranque blanco despejó cualquier duda. El FC Barcelona claudicó
y guardó fuerzas para el tercero reservando jugadores. También lo hizo Laso y
sentó a Llull, en medio de una estruendosa ovación de un Barclays Center puesto
en pie. Rendido a un jugador, menos mediático que sus compañeros de equipo y
selección pero treméndamente efectivo , comprometido con el equipo y vital en
los últimos títulos blancos. En la que puede ser su despedida (Rockets??)de la
parroquia madridista, ofreció un recital al alcance de muy pocos. Al final,
números redondos. 20 puntos de ventaja con un 100-80 y 2-0 en la eliminatoria,
antes de trasladarse a la Ciudad Condal.
EL TERCERO
Un Palau abarrotado veía como los suyos, con otra
disposición, conseguían lo que no habían conseguido en partidos anteriores. Marcar
el ritmo. Pero a medida que transcurría el cuarto se vislumbraban futuros
problemas. Solo un descomunal Tomic (protagonista de una inusual jugada, falta
en el salto inicial) era capaz de aguantar el ritmo de un Real Madrid que
ofrecía mas polivalencia en su juego ofensivo.
El Madrid contemporizaba y buscaba su momento. En el Barça, ausente Navarro por lesión, nadie era capaz de tomar el rol de líder y Pascual, no acertaba con la tecla a pesar de sus numerosos cambios. Con todo ello, el partido finalizaba el cuarto en tablas. 17-17 con 12 puntos de Tomic, hoy si, en papel determinante, pero sin tiro exterior local.
El Madrid contemporizaba y buscaba su momento. En el Barça, ausente Navarro por lesión, nadie era capaz de tomar el rol de líder y Pascual, no acertaba con la tecla a pesar de sus numerosos cambios. Con todo ello, el partido finalizaba el cuarto en tablas. 17-17 con 12 puntos de Tomic, hoy si, en papel determinante, pero sin tiro exterior local.
El momento blanco llegó en el segundo cuarto. Laso sacó
su segunda línea, la guerrera y el partido se tornó visitante.
Con Tomic ahogado por la defensa y Rodríguez junto a Carroll en plan killers, el Real Madrid tomó ventaja desde la línea de 6.75. Como Tomic era defendido en ayudas, doblaba balones que sus compañeros no aprovechaban. Un dato de final de cuarto. El Real Madrid acababa con un 70% de acierto en el triple por un paupérrimo 20% de su rival que encima, lo había intentado en más ocasiones. Y el doble de rebotes por lado visitante. Con estos parámetros la conclusión era lógica. Del +4 al +8 y de ahí al +11. Y Carroll silenciaba la grada con su canasta y los +14. Los pocos aciertos blaugrana llegaron en ese momento y redujeron a 10 con triples de Oleson y Doellman. Todo el trabajo culé lo echó por tierra Maciulis, silencioso y eficaz, que con cuatro puntos consecutivos, devolvió los 14 al finalizar el cuarto.34-48.
Con Tomic ahogado por la defensa y Rodríguez junto a Carroll en plan killers, el Real Madrid tomó ventaja desde la línea de 6.75. Como Tomic era defendido en ayudas, doblaba balones que sus compañeros no aprovechaban. Un dato de final de cuarto. El Real Madrid acababa con un 70% de acierto en el triple por un paupérrimo 20% de su rival que encima, lo había intentado en más ocasiones. Y el doble de rebotes por lado visitante. Con estos parámetros la conclusión era lógica. Del +4 al +8 y de ahí al +11. Y Carroll silenciaba la grada con su canasta y los +14. Los pocos aciertos blaugrana llegaron en ese momento y redujeron a 10 con triples de Oleson y Doellman. Todo el trabajo culé lo echó por tierra Maciulis, silencioso y eficaz, que con cuatro puntos consecutivos, devolvió los 14 al finalizar el cuarto.34-48.
Salió con mejor puntería el FC Barcelona pero como su
defensa, era superada por las tropas madridistas las diferencias continuaban en
la decena. Cuatro minutos le costó a los de Pascual bajar de 10.
El Real Madrid estaba en su salsa. Jugaba con la ansiedad local y mantenía el tipo. Tras un tiempo muerto, los blaugrana salieron encorajinados y cerraron filas en defensa. Ayudas en los bloqueos, intensidad en los desplazamientos, blindaje del rebote ofensivo y canasta sacadas del corazón y la garra.
Con eso lograron cortocircuitar al Real Madrid, sorprendido por la furia culé. Tomic lideraba pero no estaba solo. Doellman y Abrines colaboraban. Con una canasta del croata y dos triples de los exteriores, el FC Barcelona lograba marcar 5 de ventaja. Con el Barça lanzado y eufórico, Sergio Rodríguez se marcaba un triple desde 8 metros, bajaba la pasión del Palau y dejaba el final del cuarto con +2 local.67-65.
El Real Madrid estaba en su salsa. Jugaba con la ansiedad local y mantenía el tipo. Tras un tiempo muerto, los blaugrana salieron encorajinados y cerraron filas en defensa. Ayudas en los bloqueos, intensidad en los desplazamientos, blindaje del rebote ofensivo y canasta sacadas del corazón y la garra.
Con eso lograron cortocircuitar al Real Madrid, sorprendido por la furia culé. Tomic lideraba pero no estaba solo. Doellman y Abrines colaboraban. Con una canasta del croata y dos triples de los exteriores, el FC Barcelona lograba marcar 5 de ventaja. Con el Barça lanzado y eufórico, Sergio Rodríguez se marcaba un triple desde 8 metros, bajaba la pasión del Palau y dejaba el final del cuarto con +2 local.67-65.
El Madrid no se iba a dejar comer la tostada. Entre el
Chacho y Carroll, remontaron y de nuevo desventaja blanca ayudados por las
aportaciones de Nocioni y Maciulis. Llull estaba muy bien defendido pero eso le
permitía dirigir y mover la defensa rival. Con Tomic, cargado de personales
y poca ayuda de los demás, el Barça
perdía fuelle. Recuperaba aire con unos tiros libres de Abrines y una
antideportiva de Slaughter. Buenos momentos de Storansky y Abrines. Jugadas
rápidas sacando canastas en poco tiempo y lograron entrar en el último minuto
con 5 de desventaja.
El Madrid apura y falla, otra jugada rápida de los blaugrana. Tomic postea y anota a tabla. +3 blanco y bola a 35 segundos. Y a 15 segundos, con Oleson encima y la amenaza de la bocina de 24, el estadounidense Carroll se levanta desde 6 metros y la clava en la red.
Canasta que decide el partido porque aunque Tomic anota a posteriori a 9 segundos, Llull, MVP de las finales, sentencia desde los tiros libres. El Barça pone fin a su nefasta temporada con una jugada de Doellman que en su bote al penetrar, el balón le golpea en el pie y se pierde por la línea de fondo. La cara contraria, el temporadón blanco cerrado con broche de oro y en casa del eterno rival.
El Madrid apura y falla, otra jugada rápida de los blaugrana. Tomic postea y anota a tabla. +3 blanco y bola a 35 segundos. Y a 15 segundos, con Oleson encima y la amenaza de la bocina de 24, el estadounidense Carroll se levanta desde 6 metros y la clava en la red.
Canasta que decide el partido porque aunque Tomic anota a posteriori a 9 segundos, Llull, MVP de las finales, sentencia desde los tiros libres. El Barça pone fin a su nefasta temporada con una jugada de Doellman que en su bote al penetrar, el balón le golpea en el pie y se pierde por la línea de fondo. La cara contraria, el temporadón blanco cerrado con broche de oro y en casa del eterno rival.
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