viernes, 5 de octubre de 2012

XII Subida a Artxanda

Con mi experiencia en cinco Subidas, tenía muy claro como afrontar los 9168 metros. Al correr por primera vez sin la referencia de un cronómetro la paciencia iba a ser mi arma. Primera decisión táctica, dar dos pasos atrás del pelotón de salida y empezar el último. A partir de ahí todo era mejorar. Segunda decisión táctica, encontrar una rueda a seguir. Despues de los primeros bandazos, en cuanto los grupos se formaron, encontré una buena, "caderoso" (por la forma de mover la cadera), aunque el ritmo era un escalón mas alto del que yo quería, las buenas vibraciones me animaban a seguir.
Así pasaron los dos primeros kilómetros, a rueda y cogiendo ritmo. Así llegué al uno de los pasos mas bonitos, atravesar los túneles de Enekuri. Ahí decidí subir mi cadencia e irme hacia adelante, dejando al caderoso y buscando nuevas ruedas. Pero me había descolgado del grupo que me precedía así que en el tramo hasta que llegar a pie de Enékuri, marqué un solitario ritmo regular y recorté distancias. Los de adelante empezaban a mostrar signos de fatiga y al paso por el kilómetro cuatro conseguía situarme detrás de "pirata" (por el pañuelo) que me llevó hasta un  grupito. Al paso por el avituallamiento decidí irme de nuevo.
 Sin embargo, la proximidad de las rampas mas duras me hicieron dudar y cubicar mas de la cuenta y sorpresa, el caderoso apareció por detrás y aunque intenté pegarme a él, se me fue en los repechos de mayor porcentaje. Me di cuanta de que ese ritmo me reventaría y opté por seguir a los dos iberdrola (nikis de esa empresa) que me permitieron respirar en los siguientes tres repechos, de dureza sostenida.
Un momento clave en el último repecho antes de coronar, me abrí para que el fotógrafo me sacara una buena instantánea y vi que mis compañeros de trote flaqueaban. Y pasé al ataque, coroné con fuerza y me fui a tope. Adelanté en menos de un kilómetro a dos grupos y cogí aire unos metros con otro, y de nuevo otro ataque y a coger al caderoso, que se había convertido en mi objetivo.
Entre él y yo, unos veinte metros y "mediomaratón" (camiseta del  medio de Bilbo). Dándolo todo conseguí llegar hasta mediamaratón, y de nuevo el mismo procedimiento, coger aire y atacar, y con ese latigazo y habiendo dejado atrás a mi último acompañante, estuve a cinco metros de caderoso.
Hasta ahí. El esfuerzo me pasó factura y en pocos metros, no solo caderoso aumentó su ventaja sino que mediamaratón me superó al paso por el kilómetro nueve. Quedaban un pequeño descenso y los tres últimos repechos antes de meta. Intenté no perder la estela para dar un ataque a lo Valverde. El primer repecho lo salvé bien pero en el segundo, el proyectado ataque se quedó en nada.
En la recta de meta, que pica ligeramente hacia arriba me rendí y me dejé llevar hasta terminar con 59.03 el 174ª.
http://www.eventosbhm.com/Septiembre/ClasificacionArtxanda2012F.pdf
La decisión de correr sin crono me llevó a utilizar las sensaciones y fue un acierto. a pesar de la falta de punch final, disfruté la carrera y acabé muy contento con el exigente esfuerzo realizado.

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